Repelentes contra los mosquitos: el Conicet ofrece tips para usarlos bien y no gastar de más

 

Los productos para espantar mosquitos están más caros y, para efectivizar su uso, hay que saber cuáles conviene comprar y cómo aplicarlos.

Ante la ola de mosquitos que azota a áreas urbanas en las últimas semanas, una de las recomendaciones para protegerse de las picaduras es el uso de repelentes. En este contexto, por la demanda, se encarecieron los costos de estos productos, y las preguntas que surgen remiten a cuáles son los más efectivos y cómo deben utilizarse para sacarle el máximo provecho.

“En las farmacias o los supermercados se venden repelentes en aerosol, spray, gel o crema con tres principios activos, que son el denominado DEET, o N, N-Dietil-meta-toluamida, el IR3535 y la Icaridina. Los repelentes con cualquiera de estos tres activos son iguales de efectivos, no varían según la marca o varían levemente, así que lo más importante es guiarse por el precio. No se justifica pagar de más”, indicó Juan José García, especialista del Laboratorio de Patología de Insectos Vectores del Centro de Estudios Parasitológicos y de Vectores (CEPAVE, CONICET-UNLP). “Solo es necesario leer atentamente las recomendaciones de uso que están en el frasco y seguirlas al pie de la letra”, agregó.

En tanto, Laura Harburguer, investigadora del CONICET en la Unidad de Investigación y Desarrollo Estratégico para la Defensa (UNIDEF), indicó que si bien la especie Aedes albifaciatus, que es la que prolifera en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), no responde de manera eficiente a estos productos, hay que aplicarlos porque ayudan. “Según nuestros estudios, el componente más efectivo de los tres disponibles en el mercado es el DEET”, aseguró Harburguer. “Las diferentes formulaciones que uno puede encontrar en el mercado conteniendo DEET van del 7% hasta casi el 30%. Ese porcentaje es lo que va a determinar la duración del efecto repelente sobre la piel”, añadió.

“Los activos pueden estar en un porcentaje de entre 7,5%, 15%, 25% y 30%. A más porcentaje, más duración. El que tiene 30% de DEET que puede alcanzar hasta 10 horas de protección, y el que tiene 7,5% en 3 ó 4 horas de protección. El IR3535 generalmente se encuentra al 20% de concentración y su poder de repelencia es un poco más corto, aproximadamente entre 6 y 7 horas, puede haber de 8 horas también. En cuanto a la Icaridina, los que tienen son al 20% en general y aseguran también entre 8 y 9 horas de protección. Todas funcionan perfectamente contra los principales mosquitos que nos afectan, pero la ventaja que yo veo de la Icardina es que es menos grasoso, menos oleoso, por lo tanto la piel no queda aceitosa”, apuntó García.

De acuerdo a la cantidad de tiempo que una persona va a estar expuesta al aire libre, se recomienda que utilice los que tienen mayor concentración de estos principios activos.

En cuanto al uso en niños, Harburguer puntualizó que “en general, en menores de un año, no se recomienda el uso de repelentes que contengan estos productos, ni DEET, ni IR35, ni Icaridina, sino los que tienen citronela, porque son menos irritantes y pueden traer menos complicaciones sobre la piel de los niños pequeños”.

En esa línea, García aseveró que la citronella “está recomendada para bebés o chicos menores pero no hay que olvidarse de volver a aplicarla mucho más frecuentemente que los otros productos. Porque el aroma de la citronela es muy fuerte, pero la efectividad no es tanta, así que es necesario volver a aplicarla cada 45 minutos o una hora”.

Aplicación de repelentes e insecticidas: errores frecuentes

La recomendación más importante a la hora de utilizar los repelentes es la forma de aplicación. Se debe aplicar el producto en la mano y luego esparcirlo por brazos, cara, cuello o piernas. “No usar directamente el spray o el aerosol sobre el cuerpo, ni de uno ni de nadie más, porque eso va a penetrar y puede irritar ojos, puede ingresar a organismo por labios, y las personas reaccionan distinto ante estos tipos de activos y pueden tener algunas consecuencias indeseables. Sobre todo en menores”, advirtió el científico. “Que no se rocíen el cuerpo y la cara con el producto porque puede haber distintas sensibilidades al activo”, asegura.

Harburguer indicó que una cuestión importante es no pulverizar con los productos de venta libre en aerosol que se usan para matar mosquitos en telas. “Los insecticidas fueron diseñados para pulverizar sobre el ambiente, y tienen dosis altas. Si uno los aplica sobre una remera o en la cama es igual de peligroso, porque pueden llegar a ser tóxicos en contacto con la piel”, explicó.

En tanto, en espacios cerrados, la especialista subrayó que “lo ideal no es utilizar repelentes sino usar todos los medios físicos posibles para impedir el ingreso de mosquitos, como mosquiteros, tules en las cunas de bebés y repelentes espaciales como espirales, pastillas o líquidos termoevaporables”.

Po su parte, ANMAT recomienda consultar un listado de los repelentes de insectos aprobados para uso externo en humanos con DEET (DIETHYL TOLUAMIDE), IR3535 (ETHYL BUTYLACETYLAMINOPROPIONATE), y/o ICARIDINA (HYDROXYETHYL ISOBUTYL PIPERIDINE CARBOXYLATE) inscriptos ante ANMAT y actualizado a diciembre 2023.

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