Sistema de alertas del Servicio Meteorológico en Argentina: qué riesgos implican los colores amarillo, naranja y rojo
Las lluvias, las tormentas, los vientos, las nevadas, y los eventos zonda suelen producirse con diferente intensidad y duración a lo largo y ancho del territorio de la Argentina. El Servicio Meteorológico Nacional de Argentina tiene un sistema de alerta temprana para ofrecer información oportuna cuando hay una amenaza meteorológica. Con ese sistema se advirtió que podía haber un temporal en la zona del centro este del país, como ocurrió el fin de semana pasado.
Dentro de ese sistema, se incluyen los alertas en los que se usa una escala de colores para identificar la intensidad del fenómeno que se puede desarrollar. Cada día las personas pueden consultarlo y tomar decisiones a tiempo para protegerse.
“Los colores representan el nivel del alerta correspondiente a la situación pronosticada”, explicó el SMN. Cada uno hace referencia al grado de severidad que pueden presentar los fenómenos previstos.
Si en una zona del país hay color verde, significa que no se esperan fenómenos que signifiquen riesgos. En cambio, cuando el alerta está en amarillo, naranja o rojo, esto se traduce en diferentes niveles de riesgos.
El color amarillo implica que la persona debe informarse ante la posibilidad de que ocurra un fenómeno con capacidad de daño. Implica también que hay riesgo de interrupción de las actividades cotidianas. Es importante -aclaró el SMN- tener en cuenta que este caso no implica que no puedan registrarse eventos de intensidad severa, especialmente cuando se trata de tormentas.
Cuando el alerta es naranja en una región, significa que las personas que se encuentran dentro de ella deben prepararse. Porque pueden ocurrir fenómenos meteorológicos que pueden poner en riesgo la vida humana, los bienes y el ambiente. Se trata de eventos particularmente intensos. Menos del 10% los de alertas que se emiten incluyen el color naranja.
En tanto, cuando hay alerta con color rojo, se está avisando que habrá un fenómeno excepcional, con el potencial de causar un desastre o emergencia. Este caso está reservado a situaciones muy particulares en las que cuales la intensidad del fenómeno esperado estaría cercano a su máximo climatológico.
Cómo se establece el nivel de alerta
Para establecer el nivel de alerta, el SMN tiene en cuenta la intensidad posible del fenómeno basada en umbrales meteorológicos; los factores adversos que pueden aumentar el impacto, como la saturación de suelo, la movilización de población o la sequía, entre otros; además de la probabilidad de ocurrencia. Para eso, se considera también la incertidumbre propia de los pronósticos. Cada uno de esos factores se conjugará para determinar el nivel de alerta.
En un área puede tener más de un alerta en vigencia. “Durante algunas situaciones meteorológicas pueden coincidir varios fenómenos adversos, ya sea que se den simultáneamente o en períodos inferiores a 24 horas. Cuando eso ocurra, el área del mapa tendrá el color correspondiente al nivel de alerta más alto, pero en la línea de tiempo y en el detalle estarán las descripciones de todos los alertas en vigencia”, explicaron los expertos del SNM.
Por ejemplo, en una ciudad costera puede darse una situación meteorológica que requiera un alerta de nivel amarillo por vientos y un alerta naranja por lluvias. En ese caso, el color que aparecerá en el mapa será el naranja.
Qué fenómenos meteorológicos se alertan
Uno de los fenómenos que se alertan son las lluvias. Se hace cuando las precipitaciones esperadas alcanzan o superan los umbrales meteorológicos y climatológicos establecidos por el SMN.
Se hace alerta también cuando se prevé que las tormentas, ya sean aisladas o generalizadas, cumplan al menos uno de estos parámetros que representen un riesgo: lluvias intensas, ráfagas, caída de granizo, y vientos. Cuando se prevé la persistencia de, al menos, dos horas consecutivas de vientos intensos o ráfagas que superen los umbrales establecidos para una región, también se emite alerta.
Los eventos zonda se indican en alertas para las áreas de cordillera, precordillera, puna y eventualmente en los llanos, desde los 38°S (norte de Neuquén) hasta el límite con Bolivia. Las provincias comprendidas son las de la región de Cuyo y del Noroeste Argentino (NOA).
Cuando se prevea caída de nieve con acumulación en superficie, por encima de los umbrales meteorológicos, también se advierte a la población.
Qué son los avisos a muy cortos plazo
Además de los alertas, el organismo público emite “avisos meteorológicos a muy corto plazo” (ACP) que son pronósticos inmediatos. Su información tiene una validez de 3 horas y se emiten cuando las tormentas detectadas en el radar meteorológico muestran signos de severidad.
Los ACP solo se emiten para las regiones de la Argentina que poseen radares meteorológicos, instrumentos que permiten monitorear y seguir la evolución de algunos de los fenómenos meteorológicos adversos, como las tormentas fuertes o severas. Estas tormentas pueden venir acompañadas de lluvias intensas, ráfagas fuertes y/o caída de granizo.
Se representan mediante un polígono rojo sobre un mapa, en cuyo interior se incluye toda la región que puede ser afectada por uno o más de los fenómenos adversos.
Los alertas meteorológicos se emiten para un amplio abanico de fenómenos, mientras que los ACP se emiten solo por tormentas fuertes o severas, lluvias intensas en cortos períodos de tiempo, ráfagas fuertes y/o caída de granizo que puedan ser detectados a través de radares meteorológicos.
Todos los alertas se actualizan rutinariamente a las 6 y 18 horas, con excepción de actualizaciones que pudieran hacerse fuera de esa rutina. Los ACP pueden emitirse o actualizarse en cualquier momento del día o la noche.
Infobae.