Piden valorar a Calfucurá a 150 años de su muerte
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A poco de cumplirse 150 años del fallecimiento del cacique Juan Calfucurá, el escritor e investigador Omar Lobos -que compiló cartas enviadas y recibidas por el cacique desde 1854 a 1873- reflexionó acerca de su figura, y sobre por qué aún se desconoce su historia, pese a haber tenido un rol clave en la historia argentina del siglo XIX.
Lobos, compilador de “Juan Calfucurá. Correspondencia”, puso el foco sobre “el silencio institucional que hay en torno a un evento de esta magnitud” como el fallecimiento de Calfucurá, ocurrido el 3 de junio de 1873, en lo que hoy es la localidad de Macachín. “Se trata de un líder no solo a nivel regional, o siquiera indígena, sino de un protagonista de la historia y la política argentina en años cruciales donde se peleaba por la configuración geográfica, política y social de nuestro territorio. Creo que es el líder que más tiempo duró en la política argentina del siglo XIX”, sostuvo en diálogo con periodistas de Radio Noticias.
En ese sentido, destacó «las comunicaciones, la fluida cancillería que tenía Calfucurá con los líderes políticos», entre las que destacó varias cartas enviadas a Sarmiento, de las que se desconoce si fueron respondidas. “Lo que Calfucurá privilegió, y las cartas son una muestra de eso, fue la discusión política, la discusión de qué se iba a hacer y cómo, del derecho a las tierras, y por qué no se los consideraba patriotas (a los indígenas) si también pelearon contra los realistas en Chile… eso se lo escribe a Sarmiento”.
También llamó la atención respecto a una división que se hace en el relato histórico entre las llamadas “guerras de frontera” y las guerras civiles: “La historiografía, aún la ‘progre’ o la de izquierda, separó siempre estas guerras, y esto es un error. Mientras teníamos las luchas entre unitarios y federales ademas teníamos las luchas de las fronteras, era ‘el problema del indio’; como si el problema de las fronteras o las discusiones con líderes indígenas no tuvieran también que ver directamente con la política y un tipo de organización política del país”.
Líder indígena.
Además de ser un líder político a nivel federal, Calfucurá también lo fue dentro de los pueblos originarios, de acuerdo a Lobos. “Fue el primero que vio la necesidad de trazar grandes alianzas, aún con rivales, y de tener la muñeca para coaligarlos. De hecho, ahí estuvo su centralidad, y por eso fue poderoso”, sostuvo.
“Ahora los peñis del pueblo ranquel rechazan la figura de Calfucurá. Para mí, quizás con ciertos discursos que están cerca del discurso de la Conquista del Desierto: los ‘conquistadores’ del desierto apelaban a una cierta extranjería de Calfucurá, lo trataban de invasor, de chileno… Hay posiciones así, que no se compadecen con la realidad”, afirmó.
Sostuvo que Calfucurá siempre mantuvo un estrecho vínculo con sus pares de otros pueblos originarios. “Mas allá de algunas internas que puedan haber tenido, estuvieron juntos en los momentos álgidos. En los grandes enfrentamientos estaba también el pueblo ranquel, los pampas de Catriel, los de la cordillera y del otro lado de la cordillera, era un gran entramado. Tenía la habilidad política para coaligar y hacer comprender también a los suyos cómo se tenían que manejar, cuáles eran las estrategias… Fue un hombre que apostó mucho a la convivencia y la comprensión”.
“Silencio institucional”.
Lobos opinó que hay aún un gran silencio institucional y desconocimiento general respecto a la historia del cacique. Sostuvo que el abordaje de su historia en las escuelas “es aún una deuda pendiente. Tenemos que hacernos cargo de que hay reclamos de producción de material para la educación, porque un docente que no encuentra de qué manera transmitir esto, sobre todo cuando hay un contradiscurso impuesto muy potente, necesita estar bien plantado”. En ese sentido, consideró que “desde los ministerios de Educación también tendría que haber una voluntad de generar y revisar contenidos sobre estas cuestiones”.
En este sentido, destacó el rol de la Comisión Regreso del Toki Calfucurá -la cual integra-, que busca la restitución de los restos del líder indígena. “Uno de los objetivos de la comisión, mas allá de la restitución de los restos, es también restituir una memoria, recuperar nuestra memoria histórica. Es la historia de nuestro país, en un sentido abarcativo y multiétnico. Si no, seguimos segregando. Tiene que ver también con nuestro presente, porque hay que asumir toda la historia y sentirla como propia”.