El BID aseguró U$D 28 millones para una obra clave para la zona
En enero se llamará a licitación para la construcción y puesta en funcionamiento de un Centro de Gestión Ambiental que involucrará a los distritos de Tornquist, Guaminí, Saavedra y Coronel Suárez.
Lo que parecía una utopía, uno de esos proyectos faraónicos que muchas veces son anunciados y terminan enterrados en algún cajón, lentamente está tomando forma, al confirmarse la llegada del financiamiento y posibles fechas de licitación y comienzo de obra. El Centro de Gestión Ambiental, que tratará y procesará los residuos sólidos de cuatro distritos de la zona ya cuenta con el aval del Banco Interamericano de Desarrollo y comenzaría a ejecutarse en los primeros meses del año que viene.
El proyecto involucra a los municipios de Tornquist, Saavedra, Coronel Suárez y Guaminí, y contempla una inversión de nada menos que 28 millones de dólares, que llegarán desde el organismo crediticio y serán manejados a través del ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Nación.
En este marco, se pondrá en funcionamiento un relleno sanitario en la cabecera del distrito serrano, y se crearán y mejorarán los centros de reciclados que actualmente funcionan en Pigüé, Sierra de la Ventana, Coronel Suárez y Guaminí, que de ahora en más pasarán a denominarse centros de transferencia. Además, la iniciativa incluye la adquisición de maquinaria para todos estos sitios y la contratación de una consultora para asesorar sobre el funcionamiento del sistema en su totalidad durante los dos primeros años.
Hace un par de meses, la iniciativa era tan solo un anteproyecto del Gobierno nacional, que necesitaba del visto bueno del BID. Ahora, con la confirmación de su ejecución, se espera que la licitación para su construcción se lleve a cabo en enero, por lo que las obras -se estima- podrían comenzar un mes después.
Además, del relleno sanitario y las estaciones de transferencia, el proyecto contempla también la eliminación de los basurales a cielo abierto (BCA, en la jerga) que todavía persisten en localidades como Saavedra, Goyena, Tornquist, Coronel Suárez, Pigüé, Dufaur, Guaminí, Garré, Casbas y Laguna Alsina, algunos de los cuales tienen más de medio siglo de antigüedad; se entiende que todos lugares dejarían de funcionar como tal y estos terrenos pasarán a ser recuperados.
Estas estaciones de transferencia no serán iguales entre sí, ya que no todas contarán con los mismos espacios comunes o incluso sectores para depositar determinados residuos. Algunas llegan a contemplar un sector de guardería para los niños de los trabajadores que haya en el lugar, mientras que otras no cuentan con lugares para depositar neumáticos, vidrios o áridos, por ejemplo.
Además, la iniciativa establece que en aquellos lugares donde en la actualidad ya se encuentra en funcionamiento un centro de reciclado, se aprovechará la infraestructura que ya se encuentra instalada y no deberá hacerse una construcción desde cero.
“En su momento se había planteado un proyecto similar para Tornquist, pero no había avanzado -comentó el intendente Sergio Bordoni-. Después surgió esta posibilidad a través del BID, pero era necesario alcanzar una población de 100 mil personas para que fuera viable, por lo que se pensó en hacer algo conjunto entre varios distritos”.
Al respecto, aseguró a “La Nueva.” que desde el ministerio de Ambiente le indicaron que la idea es llevar a cabo la licitación en el primer mes de 2023 y que en febrero deberían comenzar a llevarse a cabo las obras.
“Entiendo que se comenzará con la ejecución del relleno sanitario de Tornquist, y después se avanzará en los centros de transferencia. El proyecto también contempla, entre otras cosas, la llegada de camiones para el transporte de los residuos húmedos hasta aquí, además de máquinas para el tratamiento de las cubiertas y máquinas de reciclaje para aquellos centros que no las posean”, indicó.
A esto se sumará, como establece el proyecto, la realización de una consulta popular respecto de si los vecinos están de acuerdo con la instalación del relleno sanitario. Esta seguramente se llevará a cabo previo a la licitación y no se descarta que finalmente se realice a través del Concejo Deliberante.
“A Tornquist llegará todo lo que sean residuos húmedos -es decir, lo que se entierra- desde los distintos centros de transferencia. Después, en cada distrito quedará todo lo que se pueda reciclar y comercializar, como vidrio o plástico”, ejemplificó.
Previo a la licitación, deberá realizarse una consulta popular, que podría canalizarse a través de los concejos deliberante.
En ese sentido, remarcó que el resto de los municipios deberán hacer en forma consciente el reciclado porque “en caso contrario, la basura les será devuelta”.
“Aparte, cuanto más reciclen en cada centro de distribución, menos viajes deberán hacer en forma semanal hasta el relleno sanitario”, explicó.
Bordoni también destacó que la puesta en marcha del centro ambiental permitirá la generación de mano de obra para la construcción de la infraestructura, además de la incorporación de personas que normalmente buscan bienes entre la basura para revenderlos, dentro del trabajo formal.
“La idea es armar cooperativas de trabajo y, de hecho, ya hay algunas en funcionamiento. Esto tiene un tinte social, porque el BID invierte en estos proyectos para sacar a la gente del trabajo en negro e informal, además de la cuestión ecológica y del medio ambiente”, aclaró.
Al integrar estas entidades, estas personas pasarían a contar con una mutual y aportes.
Por otro lado, el jefe comunal tornquistense señaló que en los dos primeros años de funcionamiento, el centro de gestión ambiental será monitoreado desde el ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible.
Sergio Bordoni aseguró que las obras podrían comenzar durante febrero del año que viene, luego de la licitación.
“Se armará un consorcio y se irá auditando lo que hagamos. Pasado ese tiempo, los municipios pasarán a manejarse en forma autónoma. En cuanto a los costos, los traslados se compensarán porque no necesitarán enterrar la basura en sus distritos, mientras que el gasto de combustible se equiparará con el trabajo que haremos en el relleno”, explicó.
En cuanto a la obra en sí, reconoció que no está aún determinado qué tan rápido podrá avanzar.
“Hay muchas cosas por construir. Para nuestra zona es una de las obras más importantes que se van a llevar a cabo en los últimos tiempos, porque 28 millones de dólares no se consiguen todo los días”, aclaró.